Examen visual completo
La visión es mucho más que ver bien la letra pequeña. Es importante tener una buena vista y salud ocular.
Vista y visión: en nuestro centro no sólo analizamos la vista, sino también la visión, que comprende el conjunto de habilidades que hacen que nuestro cerebro codifique de manera correcta la información que llega a través de nuestros ojos. Así conseguimos el mayor rendimiento visual posible en nuestros pacientes y, por lo tanto, su confort y satisfacción.
Comprende dos partes:
- El examen optométrico de eficacia
Se evalúan habilidades visuales, motilidad, binocularidad, forias, fijación, enfoque, estereopsis (visión en profundidad -3D), vergencias y acomodación y se detecta si hay un error refractivo, como miopía, astigmatismo o hipermetropía. Además de la salud ocular, polo anterior y posterior del ojo, como los párpados, córnea, conjuntiva, cristalino y retina. Igualmente se estudia la percepción del color. Toda esta valoración se realiza sin instilar gotas y en ningún caso sustituye a la realizada por un médico oftalmólogo
- Examen optométrico visuo-perceptual:
Con este examen se evalúan todas las habilidades visuales y motoras relacionadas con el aprendizaje. Es un estudio completo de cómo el cerebro interpreta la información visual y auditiva que recibe. “No vemos con los ojos, vemos con el cerebro”.
Comprende varias partes:
1º- Análisis psicomotor-visuespacialidad: Se evalúa la integración bilateral, lateralidad, direccionalidad.
2º-Análisis visual: Se evalúan las habilidades visuales de x memoria visual, discriminación visual, relaciones visuoespaciales, constancia de forma, memoria visual secuencial, cierre visual y figura-fondo.
3º- Integración visuomotora y visuoauditiva.
La visión es el proceso de selección entre todos los estímulos, seguidos del procesamiento de lo que vemos para poder dar una respuesta motora adecuada. Por ello deberíamos acudir a realizarnos un examen visual completo, que incluya el estudio de la visión binocular y de la percepción, al menos una vez cada dos años. Para poder diagnosticar a tiempo algunos problemas visuales que pueden influir en el rendimiento académico, laboral y cotidiano.
Estos problemas para procesar la información visual representan grandes obstáculos en la escuela para los niños que los sufren. El niño que no ha desarrollado adecuadamente estas habilidades suele tener problemas en la lectura, escritura, matemáticas, a la hora de razonar y pensar, en los deportes o incluso en las relaciones sociales con otros niños. Algunos niños con problemas visuales asociados a problemas de aprendizaje se pueden beneficiar del uso de lentes para cerca o de programas de terapia visual.
Muchos problemas de aprendizaje están enmascarados porque el sistema visual no trabaja de forma adecuada. Por ejemplo, si la motilidad ocular no es correcta el niño se perderá al leer y esto mermará su comprensión lectora.
Si ambos ojos no se coordinan adecuadamente, encontramos en ocasiones visión doble, problemas de enfoque o borrosidad, dolores de cabeza, guiños, etc.
Para leer además de tener que apuntar con ambos ojos a un mismo punto, de forma coordinada, mantener el enfoque y realizar los movimientos oculares eficazmente, para no perdernos, tenemos que procesar bien la información perceptualmente, para llegar a una buena comprensión. Si tenemos dificultades en éstas áreas, nos encontramos con niños a los que no les gusta leer, que rechazan la tarea, o que tienen problemas de aprendizaje.
Muchos niños son etiquetados como hiperactivos, con déficit de atención, lentos o con problemas de lectura, escritura o dislexia, el trastorno suele ser en realidad el sistema visual funciona ineficazmente.
Realizar un examen optométrico completo es clave, exámenes optométricos que incluyen la valoración de estas habilidades visuales.
Del 100% de la información que recibimos de nuestro entorno un 80% es procesada por el sistema visual. Pero cuando hablamos de visión lo importante es la calidad. Podemos tener una agudeza visual del 100% y, sin embargo, tener síntomas como visión doble, dolores de cabeza, fatiga visual, etc. que nos impidan llegar a nuestro máximo rendimiento.